El siguiente es un cuento realizado a base de un video que presenta la pura imagen (sin sonido ni letras), esta historia escrita fue creada en clase junto con mi compañera Gabriela López y este es el producto:
VIDEO:
"LA ESTRELLA EN LA CIMA"
Esta historia comienza al sentarse Margarita a la orilla de
la playa con su nieta de 3 años, al abrir el gran libro entre sus manos dando
inicio a una maravillosa historia.
Una pequeña princesa que vivía en
un hermoso castillo junto a su padre, soñaba con alcanzar una estrella que
estaba en la cima de la alta montaña frente a su alcoba, a diario la observaba
brillar anhelando tenerla entre sus manos. Lo más cercano que podía tener esa
grandiosa estrella era en fotografías que ella misma tomaba, pero un día tomó
la fotografía perfecta, le gustó tanto que la recortó y la colocó en su collar
de perlas imaginando que era real.
Como toda una pequeña soñadora
decidió emprender un viaje en bote en busca de su anhelada estrella.
Justo cuando la noche cayó, la niña,
acompañada de su fotografía y un quinqué se dirigió a la playa, estaba tan
emocionada que iba corriendo y sin darse cuenta se le cayó su corona al suelo;
la pequeña tomó uno de los botes que se encontraban en la playa, lo empujó
hacia mar abierto y se subió en él.
Este bote era especial, ya que la
pequeña estaba segura que con él llegaría a la estrella, debido a que el bote
en lugar de avanzar con un motor lo hacía con un tocadiscos. La princesa lo
giró, comenzó una linda canción y con ella empezaron a salir burbujas en forma
de notas musicales, lo cual impulsaba el bote y permitía que este se moviera.
Así la princesa comenzó su viaje en
el mar, después de un momento ella encontró la luz resplandeciente de la
estrella, pero en ese instante una ola sacudió el bote y provocó que el quinqué
de la pequeña cayera al fondo del mar, así la niña se quedó en la oscuridad; la
niña escuchó un ruido y cuando volteó a observar que era, miró que era un niño navegando
en bote al igual que ella, hasta que lo perdió de vista.
Unos instantes después se acercaba
algo inmenso hacia el bote: era un inmenso barco pirata que portaba una bandera
con fuego y se estaba acercando demasiado, parecía que iba a pasar sobre el
bote de la pequeña pero solamente pasó cerca de este, la niña no podía creer lo
que sucedía; en el barco se encontraban niños llorando y suplicando que los
ayudaran, y momentos después, el barco desapareció entre la niebla.
La pequeña se asustó mucho y comenzó a llorar, queriendo
regresar a su casa para estar a salvo, pero se tranquilizó cuando una pequeña
luciérnaga se acercó a ella y el animalito se dirigió hacia el cielo, la niña
decidió seguir en la búsqueda de su estrella y encendió el tocadiscos para que
tocara la música y lograra avanzar.
Tan grande era el deseo de la
princesita que justo en ese momento el bote comenzó a andar, pero no en el
agua, emprendió vuelo y este navegó sobre las nubes; el cielo se encontraba
cubierto de estrellas e islas flotantes, incluso la pequeña se topó con unas
inmensas ballenas que se acercaron a ella y continuaron nadando en lo alto del
cielo, emitiendo sus hermosos cantos; la princesita continuó navegando hasta
que encontró la montaña en la que se encontraba su anhelada estrella.
La pequeña llegó a la montaña y se
bajó del bote, se sorprendió al ver que su querida estrella se encontraba en la
cima de dicha montaña, la cual escalaban unos cimarrones con facilidad; a la
princesa lo único que le importaba era llegar a su estrella y comenzó a escalar
la gran montaña con mucha facilidad. Finalmente la niña llegó a la cima y se
encontró con lo que tanto había esperado: su estrella, la cual resplandecía y
se miraba mucho más hermosa que cuando la observaba desde lo lejos en su
habitación.
La estrella se encontraba colgando
de una rama muy alta y la rodeaban miles de luciérnagas, la princesa comenzó a
brincar y alzar sus brazos intentando tomarla, al intentarlo, las pequeñas
luciérnagas levantaron a la niña y logró estar a la altura de su deseado anhelo,
la niña tomó sus tijeras y cortó con delicadeza la cuerda de la que colgaba la
estrella; en cuanto tomó la estrella en sus manos, las luciérnagas la ayudaron
a bajar al suelo, la pequeña les agradeció por la ayuda y abrazó a su tan
querida estrella.
El sol comenzó a salir y a pintar
el cielo, y la niña llegó a la playa de donde había salido, al bajarse del
bote, se encontró con su padre, muy molesto con la corona de la niña en la
mano, ya que ella se había salido sin permiso de su papá; la pequeña le explicó
a su padre que salió para buscar la estrella que deseaba y se la mostró.
El rey se sorprendió por lo que le
mostró, pero se molestó aún más al ver lo lejos que había llegado por esa
estrella y le pidió que le entregara la estrella, la niña no quería dársela
pero su padre se la quitó, entonces la pequeña comenzó a llorar; su padre le
dijo que no podía tener la estrella y que debía regresarla a su lugar, pero en
ese instante muchas luciérnagas se acercaron a la estrella y lograron
quitársela al papá, la estrella comenzó a volar e hizo un destello nunca antes
visto.
En ese momento una bella hada salió
de la estrella y la sujetó en sus manos, ella le dijo al rey que su hija era la
dueña de la estrella y por ello debía tenerla siempre con ella, el hada le entregó
el destello a la niña, la cual comenzó a brincar de alegría, agradeciéndole al
hada bondadosa por entregarle su estrella adorada.
El rey se sintió tan apenado que les
pidió disculpas al hada y a su hija, la pequeña aceptó las disculpas y padre e
hija se abrazaron con mucha ternura.
Una vez que la pequeña princesa
tenía su estrella, la colocó en su collar de perlas que llevaba siempre
consigo. Feliz de la vida, se sentó junto a su padre a admirar el desfile de
sus elefantes reales.
Y este fue el recuento de la
historia de la infancia de Margarita, quien terminó de contar su cuento a su
nieta a la orilla del mar, recordando aquellos bellos momentos donde la
inocencia despierta la imaginación y la alegría.
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